Se
la puede considerar la obra más conocida del escritor y dramaturgo
Victor Hugo y a su vez es una de las más populares de la literatura
del S.XIX
Los
compositores franceses Alain Boubill y Claude- Michel Shönberg a
finales de la década de los 70 convirtieron la novela en una
adaptación musical que acabaría siendo representado en un teatro
parisino. De ahí, no mucho más tarde se dio a conocer en Londres.
Si han sido los años en los que la obra se ha mantenido en cartel de
forma internacional, convirtiéndose de esta forma en uno de los
musicales más exitosos y longevos de la historia.
Aunque
de la novela del genio creador se han hecho ya varias adaptaciones
cinematográficas, esta es la primera vez en la que la obra llega a
la gran pantalla y lo hace de la mano de Tom Hooper.
La
historia transcurre en la convulsa Francia del siglo XIX. Tras una
larga condena de 19 años por robar pan para alimentar a su sobrina,
Jean Valjean (Hugh
Jackman) es
puesto en libertad condicional por el oficial Javert (Russel
Crowe). Pese
a volver a ser un hombre libre, Valjean no encuentra un lugar en el
que establecerse. Su condición de exconvicto le cierra todas las
puertas a las que llama, siendo rechazado y tratado como un paria.
Hasta
que se topa con el obispo Myriel de Digne, el único que le trata con
amabilidad y le ofrece comida y refugio. Pero Valjean traiciona su
hospitalidad robándole la cubertería de plata, y huye del templo a
escondidas. Cuando la policía lo captura y lo lleva en presencia del
obispo, éste niega su delito concediéndole una segunda oportunidad
para que siga el buen camino y se vuelva un hombre de bien.
Valjean
inicia así una nueva vida bajo otro nombre, convirtiéndose en una
persona respetable y generosa. Desgraciadamente, su pasado no tardará
en volver a atormentarle…
Lo
que tenemos aquí es una historia narrada a base de canciones, por lo
que la película parece un gran número musical en el que los
personajes interpretan prácticamente todos sus diálogos cantando
con excepción de algunos momentos en los que el intercambio de
palabras es bien escaso. Por lo tanto si no disfrutasteis viendo
películas con la misma estructura musical como puede ser: “Sweeney
Todd” no es
recomendable verla. La música es la base en la que se reposan la
trama y los diálogos de los personajes, no solamente cuando
interactúan entre ellos, sino cuando estos expresan a la audiencia
sus sentimientos, pensamientos, emociones… Por último en este
apartado caben destacar la los números de Anne Hathaway, Hugh
Jackman (Valjean)
y Eddie Redmayne (Marius).
No
obstante como todas las obras tiene sus pros y sus contras. Su mayor
problema es a nivel narrativo puesto que los hechos transcurren a
menudo con desmesurada precipitación (al
principio de la historia)
precisamente porque no se deben abusar de diálogos ni hacerlos tan
complicados, lo cual impide profundizar a fondo sobre algunas partes
de la historia o en la acción de los personajes.
Es
de pensar que el guionista debió acudir a la obra original para
rellenar en la obra los huecos de la obra londinense para hacer así
más comprensible la trama. Puesto que en los escenarios la obra se
debe simplificar para adaptarla a la estructura musical, fuera de
ellos esta es necesario enriquecerse a través de varios recursos
haciendo mano también de los visuales los cuales son maravillosos.
Encadenar
una canción tras otra sin apenar dar un respiro al espectador, puede
ser complicado de dirigir, e incluso más si se trata de una historia
de tan trágico calibre.
En
ese sentido, el ritmo se resiente, y si hablamos de una butaca de
cine y no en una de teatro esas dos horas y media se hacen pesadas.
Lo cual afecta a la implicación del espectador, mientras que algunos
pasajes nos alcanzan la fibra sensible como el que interpreta la
exitosa actriz Anne Hatthaway, otras se encuentra como que el camino
que conduce a nuestra empatía y emociones está cerrado con cal y
canto. Ese es el motivo por el cual Hooper combina el drama con
puntuales momentos de humor o con pausas, esto hace que la función
transcurra con más comodidad, de esta forma nos disponemos a
llevarnos más por las melodías.
En
cambio cabe destacar la banda sonora, con temas asombrosamente
pegadizos que nos invitan al canturreo postvisionado, es lo que sin
duda ha convertido este musical en un éxito.
Además,
tenemos un reparto entregado que aparte de hace unas grandes
apariciones en pantalla cumplen a la perfección la faceta de
cantante. Pero podemos nombrar aun así un punto flaco, ese sería
Russell Crowe, porque cante mal, sino por lo forzado que resulta
cuando canta, no como en el caso de sus compañeros que se les nota
cierta naturalidad. Aun así, es un punto flaco muy débil, teniendo
en cuenta que interpretativamente queda perfecto en el papel
establecido.
Por
su parte, Jackman, que también tiene trayectoria en el género al
igual que el hombre nombrado anteriormente (fue vocalista en una
banda de rock) era de esperar de verle en breves en la gran pantalla
participando en un musical.
“Los
Miserables” es una magnífico musical, de excelentes actuaciones y
melodías, aunque me hace pensar que tal vez su verdadero sitio se
encuentre en los escenarios, ya que así los espectadores se pueden
sumir de forma más profunda y amena en lo que la historia respecta.
PD:
aquí dejo el link para que podáis ver el tráiler, he buscado la
película online pero no he tenido mucho éxito encontrándola puesto
que todavía ninguna página con películas online la ha colgado:
http://www.youtube.com/watch?v=EZngbEj3W1Y
POR CLAUDIA GORGA
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