Conferencia de Berlín
Alemania se aseguró la parte occidental del territorio en la Conferencia de Berlín de 1884, en la que se estableció la libertad de navegación por los ríos de África.fue convocada por Francia y el Reino Unido1 y organizada por el Canciller de Alemania, Otto von Bismarck, con el fin de resolver los problemas que planteaba la expansión colonial en África y resolver su repartición.
Tras la Conferencia, sólo un país africano conservó el derecho a preservar su independencia: Etiopía.
Colonizaciones de África: por Susana Blanco
Colonizaciones de África
Los sistemas administrativos coloniales:
A fines del siglo XIX, las metrópolis europeas controlaban la práctica totalidad de los territorios africanos, sobre los que establecieron instituciones de gobierno. En efecto, a todo lo largo del predominio imperialista en África, las metrópolis fueron implantando unos determinados sistemas coloniales para administrar sus territorios africanos, que tienen unas especiales características. Como conclusión, y en definitiva, está claro que ningún sistema colonial aportó a los africanos los beneficios que, en general, les ofrecían. La característica común de todos ellos fue la explotación del continente africano. De hecho, los europeos, con sus capitales, han alterado demográfica, económica y socialmente un continente en su propio beneficio, que ha disimulado bajo las grandes teorías colonialistas de asistencia y civilización. (Julia García Moreno. Universidad Complutense. Madrid)
www.nelson.telcom.es
Los sistemas administrativos coloniales:
A fines del siglo XIX, las metrópolis europeas controlaban la práctica totalidad de los territorios africanos, sobre los que establecieron instituciones de gobierno. En efecto, a todo lo largo del predominio imperialista en África, las metrópolis fueron implantando unos determinados sistemas coloniales para administrar sus territorios africanos, que tienen unas especiales características. Como conclusión, y en definitiva, está claro que ningún sistema colonial aportó a los africanos los beneficios que, en general, les ofrecían. La característica común de todos ellos fue la explotación del continente africano. De hecho, los europeos, con sus capitales, han alterado demográfica, económica y socialmente un continente en su propio beneficio, que ha disimulado bajo las grandes teorías colonialistas de asistencia y civilización. (Julia García Moreno. Universidad Complutense. Madrid)
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Trabajo Carla Montero
Video de la colonización africana:
http://www.youtube.com/watch? v=XYY_dOj-8nc
Video del ferrocarril:
http://www.youtube.com/watch? NR=1&v=APOAuM5T4oQ&feature= endscreen
África:
http://www.youtube.com/watch? v=Z-LW88MQvS0
http://www.youtube.com/watch?
Video del ferrocarril:
http://www.youtube.com/watch?
África:
http://www.youtube.com/watch?
Colonización de África por Claudia Gorga
Colonización
europea (siglos XIX y XX):
A partir del siglo XIX la mayor parte del continente africano pasó a incorporarse al flujo de la historia global en sólo tres generaciones. La ocupación europea fue extraordinariamente rápida. En 1879, el 90% del territorio todavía estaba gobernado por africanos. La proporción se había invertido en 1900. Y en 1914 las consecuencias de la ocupación alcanzaban ya a la mayoría de los africanos. Dos circunstancias técnicas hicieron posible la invasión relámpago. Primero, la utilización de la quinina como profilaxis contra el paludismo, enfermedad transmitida por mosquitos que hasta entonces mataba a la mitad de los europeos que residían en África. En segundo lugar, las nuevas armas de fuego, como el fusil de repetición y la artillería de campaña, que conferían a los europeos la posibilidad de intimidar y enfrentarse con éxito a ejércitos más numerosos. El repentino interés por el continente vino determinado por la unificación alemana e italiana. Tras la guerra franco-prusiana de 1870, en la que Francia resultó derrotada, el escenario de la rivalidad europea se trasladó a África, donde Alemania dio batalla diplomática para controlar a sus rivales y tenerlos ocupados lejos de sus fronteras.
A partir del siglo XIX la mayor parte del continente africano pasó a incorporarse al flujo de la historia global en sólo tres generaciones. La ocupación europea fue extraordinariamente rápida. En 1879, el 90% del territorio todavía estaba gobernado por africanos. La proporción se había invertido en 1900. Y en 1914 las consecuencias de la ocupación alcanzaban ya a la mayoría de los africanos. Dos circunstancias técnicas hicieron posible la invasión relámpago. Primero, la utilización de la quinina como profilaxis contra el paludismo, enfermedad transmitida por mosquitos que hasta entonces mataba a la mitad de los europeos que residían en África. En segundo lugar, las nuevas armas de fuego, como el fusil de repetición y la artillería de campaña, que conferían a los europeos la posibilidad de intimidar y enfrentarse con éxito a ejércitos más numerosos. El repentino interés por el continente vino determinado por la unificación alemana e italiana. Tras la guerra franco-prusiana de 1870, en la que Francia resultó derrotada, el escenario de la rivalidad europea se trasladó a África, donde Alemania dio batalla diplomática para controlar a sus rivales y tenerlos ocupados lejos de sus fronteras.
Reparto
de territorios:
El trazado de las zonas de influencia se realizó sobre un mapa recién dibujado con los datos aportados por los exploradores. Las bases del reparto se sentaron en la conferencia de Berlín, celebrada entre 1884 y 1885 con el pretexto de acabar con el comercio de esclavos. Así se abrió una etapa que no se cerró hasta bien entrado el siglo XX. La reclamación de territorios tenía que refrendarse con pruebas de una ocupación real y por todas partes salieron pequeñas expediciones en busca de convenios con las autoridades locales, recurriendo al enfrentamiento sólo en casos extremos. Los protagonistas de esta primera fase de la colonización fueron, además de los militares, los misioneros y los comerciantes. Un primer reparto quedó configurado en 1914. Sobre el mapa, los territorios franceses, ingleses, alemanes, portugueses y belgas parecían fruto de un juego de estrategia. Pese a su arbitrariedad, buena parte de las fronteras así trazadas se han conservado, aun a costa de intensos conflictos. Tras la ocupación teórica, disminuyó la actividad europea en África, sobre todo allí donde las expectativas de beneficio inmediato eran escasas. Los franceses adaptaron sus propias formas organizativas, mientras que los ingleses aprovecharon las relaciones de poder establecidas a través del llamado gobierno indirecto. El número de funcionarios por habitante era mucho mayor en el sistema francés. En cualquier caso, esos primeros gobiernos coloniales se limitaron a ejercer sus funciones al menor costo posible: mantener el orden, recaudar impuestos, obligar al trabajo y administrar la ley. En esta época, la economía dependía de la iniciativa de empresas particulares.
El trazado de las zonas de influencia se realizó sobre un mapa recién dibujado con los datos aportados por los exploradores. Las bases del reparto se sentaron en la conferencia de Berlín, celebrada entre 1884 y 1885 con el pretexto de acabar con el comercio de esclavos. Así se abrió una etapa que no se cerró hasta bien entrado el siglo XX. La reclamación de territorios tenía que refrendarse con pruebas de una ocupación real y por todas partes salieron pequeñas expediciones en busca de convenios con las autoridades locales, recurriendo al enfrentamiento sólo en casos extremos. Los protagonistas de esta primera fase de la colonización fueron, además de los militares, los misioneros y los comerciantes. Un primer reparto quedó configurado en 1914. Sobre el mapa, los territorios franceses, ingleses, alemanes, portugueses y belgas parecían fruto de un juego de estrategia. Pese a su arbitrariedad, buena parte de las fronteras así trazadas se han conservado, aun a costa de intensos conflictos. Tras la ocupación teórica, disminuyó la actividad europea en África, sobre todo allí donde las expectativas de beneficio inmediato eran escasas. Los franceses adaptaron sus propias formas organizativas, mientras que los ingleses aprovecharon las relaciones de poder establecidas a través del llamado gobierno indirecto. El número de funcionarios por habitante era mucho mayor en el sistema francés. En cualquier caso, esos primeros gobiernos coloniales se limitaron a ejercer sus funciones al menor costo posible: mantener el orden, recaudar impuestos, obligar al trabajo y administrar la ley. En esta época, la economía dependía de la iniciativa de empresas particulares.
Excepción
etíope por la derrota militar de Italia:
Los planes de expansión italianos en Etiopía tropezaron con la capacidad de organización de Menelik II (1895), que se desvió del papel que Italia pretendía asignarle. Su ocupación de las regiones de Tigrè y Amhara (1889) contaban con el beneplácito de Italia, pero su poder posterior se convirtió en un serio riesgo. Fue Menelik, proclamado emperador, el que concedió a Italia el control de Eritrea. Las discrepancias en la traducción del tratado de Uccialli, en el que la versión italiana establecía el protectorado sobre Etiopía, lo cual acabó generando un gran levantamiento que logró movilizar una fuerza de 100.000 independentistas. Tras la sonada derrota italiana en Adua, según lo establecido en el Tratado de Addis Abeba, firmado el 26 de octubre de 1896, los italianos reconocieron la independencia de Etiopía y ésta, a su vez, reconoció a Eritrea como una colonia italiana, lo que provocó numerosos conflictos posteriormente. Varias potencias europeas se apresuraron a establecer relaciones diplomáticas con Etiopía, que se convirtió en el único Estado africano que conservó su independencia durante el reparto de África de la era colonial.
Los planes de expansión italianos en Etiopía tropezaron con la capacidad de organización de Menelik II (1895), que se desvió del papel que Italia pretendía asignarle. Su ocupación de las regiones de Tigrè y Amhara (1889) contaban con el beneplácito de Italia, pero su poder posterior se convirtió en un serio riesgo. Fue Menelik, proclamado emperador, el que concedió a Italia el control de Eritrea. Las discrepancias en la traducción del tratado de Uccialli, en el que la versión italiana establecía el protectorado sobre Etiopía, lo cual acabó generando un gran levantamiento que logró movilizar una fuerza de 100.000 independentistas. Tras la sonada derrota italiana en Adua, según lo establecido en el Tratado de Addis Abeba, firmado el 26 de octubre de 1896, los italianos reconocieron la independencia de Etiopía y ésta, a su vez, reconoció a Eritrea como una colonia italiana, lo que provocó numerosos conflictos posteriormente. Varias potencias europeas se apresuraron a establecer relaciones diplomáticas con Etiopía, que se convirtió en el único Estado africano que conservó su independencia durante el reparto de África de la era colonial.
Cultivos:
Algunas zonas se convirtieron en productores especializados, como el cacao en Costa de Oro o el aceite de palma en el Congo Belga. En el este y en el sur florecieron las grandes granjas agrícolas y ganaderas. El ferrocarril, que reducía los costes de transporte en un 95%, también significó un fuerte impulso económico allí donde se construyó. Otra gran fuente de riqueza para los europeos fue la explotación de minerales: diamantes en Suráfrica, oro en Rodesia y Ghana, estaño en Nigeria... Tras la Primera Guerra Mundial, los territorios alemanes en África se repartieron entre Francia, Inglaterra y Bélgica bajo la supervisión de la recién creada Sociedad de Naciones. Por su parte, la situación de los colonizados mejoró algo al ser objeto de mayor atención, así como por el progreso general de la medicina: entre 1920 y 1950 la población pasó de 142 a 200 millones de habitantes. La introducción de los vehículos a motor en los años veinte, en especial camiones, aumentó la movilidad de la gente y las mercancías. Sin embargo el abandono del medio rural y el crecimiento de las ciudades fue una tendencia de resultados contradictorios. Los perfiles concretos de la experiencia colonial variaron mucho según las zonas. En los dominios portugueses, el trabajo forzoso hacía que la vida de angoleños y mozambiqueños se diferenciara poco de la esclavitud, mientras que en otras regiones la agricultura extensiva proletarizó a la población, con el agravante de que se acapararon las mejores tierras de labor para esos cultivos de exportación. Por otro lado, el arraigo de los europeos en países como Argelia, Kenia, o Rodesia empeoraría las cosas llegada la hora de la descolonización.
Algunas zonas se convirtieron en productores especializados, como el cacao en Costa de Oro o el aceite de palma en el Congo Belga. En el este y en el sur florecieron las grandes granjas agrícolas y ganaderas. El ferrocarril, que reducía los costes de transporte en un 95%, también significó un fuerte impulso económico allí donde se construyó. Otra gran fuente de riqueza para los europeos fue la explotación de minerales: diamantes en Suráfrica, oro en Rodesia y Ghana, estaño en Nigeria... Tras la Primera Guerra Mundial, los territorios alemanes en África se repartieron entre Francia, Inglaterra y Bélgica bajo la supervisión de la recién creada Sociedad de Naciones. Por su parte, la situación de los colonizados mejoró algo al ser objeto de mayor atención, así como por el progreso general de la medicina: entre 1920 y 1950 la población pasó de 142 a 200 millones de habitantes. La introducción de los vehículos a motor en los años veinte, en especial camiones, aumentó la movilidad de la gente y las mercancías. Sin embargo el abandono del medio rural y el crecimiento de las ciudades fue una tendencia de resultados contradictorios. Los perfiles concretos de la experiencia colonial variaron mucho según las zonas. En los dominios portugueses, el trabajo forzoso hacía que la vida de angoleños y mozambiqueños se diferenciara poco de la esclavitud, mientras que en otras regiones la agricultura extensiva proletarizó a la población, con el agravante de que se acapararon las mejores tierras de labor para esos cultivos de exportación. Por otro lado, el arraigo de los europeos en países como Argelia, Kenia, o Rodesia empeoraría las cosas llegada la hora de la descolonización.
La Conferencia de Berlín y el
reparto colonial (1885-1919).
Los mandatos. Los sistemas coloniales
europeos.
La Conferencia de Berlín y el reparto colonial de África. La creciente actividad colonial desplegada por viajes y exploraciones, descubrimientos y ocupaciones de territorios africanos, antes de 1884, que incrementan las presencias imperialistas europeas sobre toda África y provocan una serie de rivalidades y enfrentamientos entre los países europeos, crean en la conciencia y en los intereses internacionales, junto a otros factores, la idea de la necesidad de la celebración de una conferencia general que tratara sobre la compleja situación creada en África. En vísperas de la convocatoria de la Conferencia de Berlín, de la que salen las normas sobre el definitivo reparto colonial de África, a la situación ya existente desde años atrás, se unieron nuevos hechos y circunstancias que influyeron en el proceso que llevó a la celebración de tal conferencia. Por entonces, la distribución colonial no había completado aún la ocupación total del continente y la acción se localizaba en torno a varios puntos y áreas concretas,
La Conferencia de Berlín y el reparto colonial de África. La creciente actividad colonial desplegada por viajes y exploraciones, descubrimientos y ocupaciones de territorios africanos, antes de 1884, que incrementan las presencias imperialistas europeas sobre toda África y provocan una serie de rivalidades y enfrentamientos entre los países europeos, crean en la conciencia y en los intereses internacionales, junto a otros factores, la idea de la necesidad de la celebración de una conferencia general que tratara sobre la compleja situación creada en África. En vísperas de la convocatoria de la Conferencia de Berlín, de la que salen las normas sobre el definitivo reparto colonial de África, a la situación ya existente desde años atrás, se unieron nuevos hechos y circunstancias que influyeron en el proceso que llevó a la celebración de tal conferencia. Por entonces, la distribución colonial no había completado aún la ocupación total del continente y la acción se localizaba en torno a varios puntos y áreas concretas,
La Conferencia de Berlín:
En el conjunto del panorama geopolítico africano se plantean un par de cuestiones concretas que centran las rivalidades de los colonialismos europeos y que influyen en las actitudes y decisiones de la conferencia. Por un lado, se trata de la cuestión de la soberanía territorial y de los países que podían tener derechos históricos, en principios, a ocupar los territorios interiores por su permanente establecimiento, dividiéndose los países en dos grupos de opinión: las potencias ya con colonias en las costas de África que reivindican su derecho y prioridad a penetrar en la zona interior, y las potencias que defienden que el derecho de ocupación procede de la ocupación territorial activa y del establecimiento a firme en el territorio. Por otro, se trata de la cuestión del Imperio colonial contínuo, con la formación y posesión de grandes ejes coloniales que atraviesen el continente en sentido horizontal o vertical sin salir de la soberanía colonial de un Estado europeo. Tres proyectos intentan transformarse en realidad en este sentido: Francia, con el eje este-oeste, entre Senegal y Gabón por el Sáhara y Sudán hacia Somalia; Portugal, en África al sur de Ecuador, entre Angola y Mozambique, y Gran Bretaña, con el eje norte-sur, entre El Cairo y El Cabo por África oriental, central y austral, siendo este eje el que se impondrá tras los choques de la crisis del ultimátum (1890) entre Inglaterra y Portugal, y el incidente de Fashoda (1898) entre Inglaterra y Francia, que se resolvieron con sendas victorias británicas.
En el conjunto del panorama geopolítico africano se plantean un par de cuestiones concretas que centran las rivalidades de los colonialismos europeos y que influyen en las actitudes y decisiones de la conferencia. Por un lado, se trata de la cuestión de la soberanía territorial y de los países que podían tener derechos históricos, en principios, a ocupar los territorios interiores por su permanente establecimiento, dividiéndose los países en dos grupos de opinión: las potencias ya con colonias en las costas de África que reivindican su derecho y prioridad a penetrar en la zona interior, y las potencias que defienden que el derecho de ocupación procede de la ocupación territorial activa y del establecimiento a firme en el territorio. Por otro, se trata de la cuestión del Imperio colonial contínuo, con la formación y posesión de grandes ejes coloniales que atraviesen el continente en sentido horizontal o vertical sin salir de la soberanía colonial de un Estado europeo. Tres proyectos intentan transformarse en realidad en este sentido: Francia, con el eje este-oeste, entre Senegal y Gabón por el Sáhara y Sudán hacia Somalia; Portugal, en África al sur de Ecuador, entre Angola y Mozambique, y Gran Bretaña, con el eje norte-sur, entre El Cairo y El Cabo por África oriental, central y austral, siendo este eje el que se impondrá tras los choques de la crisis del ultimátum (1890) entre Inglaterra y Portugal, y el incidente de Fashoda (1898) entre Inglaterra y Francia, que se resolvieron con sendas victorias británicas.
La Conferencia de Berlín, convocada
conjuntamente por Francia y Alemania, se celebró entre el 15 de
noviembre de 1884 y el 26 de febrero de 1885. Las naciones asistentes
fueron: Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, Dinamarca, España,
EE.UU., Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Portugal, Suecia,
Noruega y Turquía. Ningún país africano estuvo representado. El
día de la inauguración de tan solemne reunión, a las dos en punto,
Bismarck abrió la primera sesión y aceptó la presidencia. En su
discurso aseguró que el propósito de la Conferencia era promover la
civilización de los africanos abriendo el interior del continente al
comercio. Después, definió los tres objetivos específicos de la
reunión: libertad de comercio en el Congo y el Niger y acuerdo sobre
las formalidades para una válida anexión de territorios en el
futuro. Señaló, igualmente, que no se entraría en cuestiones de
soberanía. Y tras insistir en que la Conferencia serviría a la
causa de la paz y la humanidad, Bismarck finalizó su intervención
dando una impresión de incertidumbre y ambigüedad.
Una vez discutidos y resueltos los problemas
planteados al comienzo de la conferencia, tras las sesiones y
reuniones celebradas durante esos meses, los delegados elaboraron un
Acta General, que fue firmada el 26 de febrero de 1885, que contenía
declaraciones, acuerdos y principios, asía como las normas respecto
de las más importantes cuestiones tratadas por las potencias
colonialistas reunidas en la capital alemana, y que contenía siete
apartados:
- Declaración relativa a la libertad de comercio en la cuenca del Congo, sus desembocaduras y países circunvecinos, con disposiciones relativas a la protección de los indígenas, de los misioneros y de los viajeros, y a la libertad religiosa.
- Declaración referente a la trata de esclavos y las operaciones que por tierra o por mar proporcionan esclavos para la trata.
- Declaración relativa a la neutralidad de los territorios comprendidos en la cuenca convencional del Congo.
- Acta de navegación del Congo.
- Acta de navegación del Niger.
- Declaración relativa a la condiciones esenciales requeridas para que sean consideradas efectivas las nuevas ocupaciones en las costas del continente africano, y que establecen en las relaciones internacionales reglas uniformes respecto de tales ocupaciones que, en adelante, puedan verificarse en África, y
- Disposiciones generales.
La Conferencia de Berlín, no regularizó la
disputa por África, simplemente, señaló el hecho de su
participación. Al establecer de esta manera en las relaciones
internacionales las normas y condiciones para las nuevas y sucesivas
ocupaciones en África, fijó las bases de lo que iba a ser el
reparto colonial del continente entre los imperialismos, ya actuantes
y desde entonces incrementados, completándose así el reparto, de
forma inmediata, en apresuradas ocupaciones efectivas, que
ocasionaron nuevas resistencias y rivalidades, así como
enfrentamientos resueltos por tratados y acuerdos entre las potencias
coloniales, dentro del marco internacionalmente fijado, y que cubrirá
el período siguiente, hasta dejarlo totalmente terminado, y a toda
África bajo la acción del triunfante imperialismo europeo, desde
comienzos del siglo XX.
Las ocupaciones coloniales:
El reparto colonial de África entre las potencias europeas se completa entre 1885 y 1904, dando por resultado el establecimiento y la consolidación de todas las colonias occidentales en el continente, a lo largo de un proceso en que se producen cuatro tipos de hechos interrelacionados: las ocupaciones territoriales, las resistencias africanas a estas invasiones, las rivalidades y enfrentamientos que resultan de tales ocupaciones europeas, y los tratados que regulan las citadas rivalidades, con lo que se configura el definitivo mapa colonial de África.
El reparto colonial de África entre las potencias europeas se completa entre 1885 y 1904, dando por resultado el establecimiento y la consolidación de todas las colonias occidentales en el continente, a lo largo de un proceso en que se producen cuatro tipos de hechos interrelacionados: las ocupaciones territoriales, las resistencias africanas a estas invasiones, las rivalidades y enfrentamientos que resultan de tales ocupaciones europeas, y los tratados que regulan las citadas rivalidades, con lo que se configura el definitivo mapa colonial de África.
Las rivalidades imperiales:
Las más importantes rivalidades coloniales surgidas entre los países europeos por el reparto de África, a finales del siglo XIX, fueron dos: entre Inglaterra y Portugal, en África austral, y entre Inglaterra y Francia, en África occidental y sudanesa. La rivalidad entre Inglaterra y Portugal, se produjo en 1890 y es conocida como la crisis del ultimátum o del mapa rosa. El incidente de Fashoda constituye el choque entre Francia y Gran Bretaña, La primera por su expansión desde el oeste hacia el este en un eje horizontal, e Inglaterra en dirección norte-sur para construir el eje vertical El Cairo-El Cabo. El conflicto se produjo al encontrarse en Fashoda (Sudán) las expediciones francesas y británicas. Todos estos enfrentamientos se solucionarán mediante tratados. Los significativos tratados sobre repartos coloniales, firmados en el marco internacional creado por la Conferencia de Berlín, representan la superación de las diferencias surgidas entre los Estados europeos en sus ocupaciones coloniales, y establecimiento de unos acuerdos y colaboración en los repartos y zonas de influencia. El reparto de África se completó, por tanto, en función estricta de los intereses de las potencias europeas, y el estatuto de los territorios africanos dependía solo de los acuerdos y convenciones entre tales potencias.
Las más importantes rivalidades coloniales surgidas entre los países europeos por el reparto de África, a finales del siglo XIX, fueron dos: entre Inglaterra y Portugal, en África austral, y entre Inglaterra y Francia, en África occidental y sudanesa. La rivalidad entre Inglaterra y Portugal, se produjo en 1890 y es conocida como la crisis del ultimátum o del mapa rosa. El incidente de Fashoda constituye el choque entre Francia y Gran Bretaña, La primera por su expansión desde el oeste hacia el este en un eje horizontal, e Inglaterra en dirección norte-sur para construir el eje vertical El Cairo-El Cabo. El conflicto se produjo al encontrarse en Fashoda (Sudán) las expediciones francesas y británicas. Todos estos enfrentamientos se solucionarán mediante tratados. Los significativos tratados sobre repartos coloniales, firmados en el marco internacional creado por la Conferencia de Berlín, representan la superación de las diferencias surgidas entre los Estados europeos en sus ocupaciones coloniales, y establecimiento de unos acuerdos y colaboración en los repartos y zonas de influencia. El reparto de África se completó, por tanto, en función estricta de los intereses de las potencias europeas, y el estatuto de los territorios africanos dependía solo de los acuerdos y convenciones entre tales potencias.
El predominio imperialista europeo y los
sistemas coloniales:
En torno a 1904, prácticamente, toda África había quedado repartida y sometida al régimen colonial europeo, excepto algunas limitadas zonas que fueron incorporando a su dominio a lo largo de los primeros años del siglo XX. Sólo dos estados africanos era independientes: uno tradicional, Etiopía, y otro relativamente reciente, la República de Liberia. El predominio colonial del imperialismo europeo se manifestó en todos los aspectos y actividades africanas, que quedaron incorporadas a los sistemas de dependencia europeos. En tres planos se puede situar la actuación europea sobre las colonias africanas, en lo político, el establecimiento y mantenimiento, con ciertas variaciones, de una compartimentada administración y régimen colonial bajo directo dominio europeo: en el socio-económico, las dependencia y vinculación de los recursos africanos al sistema capitalista europeo llevará a una cierta actividad económica, antes inexistente, pero siempre sometida a la iniciativa y a los intereses de la economía europea, con la configuración de unas determinadas realidades sociales y en lo ideológico cultural, una falta de adaptación entre ambos conjuntos de valores culturales, y señalado en primer lugar por el sometimiento de lo africano a lo europeo, y después por un sentimiento y movimiento de resistencia y oposición a Europa, tendente a reafirmar los valores africanos.
En torno a 1904, prácticamente, toda África había quedado repartida y sometida al régimen colonial europeo, excepto algunas limitadas zonas que fueron incorporando a su dominio a lo largo de los primeros años del siglo XX. Sólo dos estados africanos era independientes: uno tradicional, Etiopía, y otro relativamente reciente, la República de Liberia. El predominio colonial del imperialismo europeo se manifestó en todos los aspectos y actividades africanas, que quedaron incorporadas a los sistemas de dependencia europeos. En tres planos se puede situar la actuación europea sobre las colonias africanas, en lo político, el establecimiento y mantenimiento, con ciertas variaciones, de una compartimentada administración y régimen colonial bajo directo dominio europeo: en el socio-económico, las dependencia y vinculación de los recursos africanos al sistema capitalista europeo llevará a una cierta actividad económica, antes inexistente, pero siempre sometida a la iniciativa y a los intereses de la economía europea, con la configuración de unas determinadas realidades sociales y en lo ideológico cultural, una falta de adaptación entre ambos conjuntos de valores culturales, y señalado en primer lugar por el sometimiento de lo africano a lo europeo, y después por un sentimiento y movimiento de resistencia y oposición a Europa, tendente a reafirmar los valores africanos.
Los sistemas administrativos coloniales:
A fines del siglo XIX, las metrópolis europeas controlaban la práctica totalidad de los territorios africanos, sobre los que establecieron instituciones de gobierno. En efecto, a todo lo largo del predominio imperialista en África, las metrópolis fueron implantando unos determinados sistemas coloniales para administrar sus territorios africanos, que tienen unas especiales características. Como conclusión, y en definitiva, está claro que ningún sistema colonial aportó a los africanos los beneficios que, en general, les ofrecían. La característica común de todos ellos fue la explotación del continente africano. De hecho, los europeos, con sus capitales, han alterado demográfica, económica y socialmente un continente en su propio beneficio, que ha disimulado bajo las grandes teorías colonialistas de asistencia y civilización.
A fines del siglo XIX, las metrópolis europeas controlaban la práctica totalidad de los territorios africanos, sobre los que establecieron instituciones de gobierno. En efecto, a todo lo largo del predominio imperialista en África, las metrópolis fueron implantando unos determinados sistemas coloniales para administrar sus territorios africanos, que tienen unas especiales características. Como conclusión, y en definitiva, está claro que ningún sistema colonial aportó a los africanos los beneficios que, en general, les ofrecían. La característica común de todos ellos fue la explotación del continente africano. De hecho, los europeos, con sus capitales, han alterado demográfica, económica y socialmente un continente en su propio beneficio, que ha disimulado bajo las grandes teorías colonialistas de asistencia y civilización.
Legados positivos de la colonización:
Al lado de los inconvenientes que causó se debe reconocer que mejoró el nivel de vida con la aportación de mejores técnicas de cultivo, la introducción de nuevas especies agropecuarias, conservación de alimentos, la práctica de profesiones antes desconocidas, un aumento general de la producción de los sectores agrícolas, industriales o artesanos y de servicios. La atención médica, la creación de centros hospitalarios y la construcción de sistemas sanitarios supuso el fin de enfermedades endémicas y el aumento de la esperanza de vida. La enseñanza elevó el nivel cultural y profesional de los indígenas. Promovió el concepto de Estado y las instituciones con base en principios democráticos. Desarrolló el comercio, las comunicaciones, la distribución de bienes y el uso de medios de pago. Ferrocarriles, carreteras, puertos, aeropuertos, distribución energética, sistema judicial.
Al lado de los inconvenientes que causó se debe reconocer que mejoró el nivel de vida con la aportación de mejores técnicas de cultivo, la introducción de nuevas especies agropecuarias, conservación de alimentos, la práctica de profesiones antes desconocidas, un aumento general de la producción de los sectores agrícolas, industriales o artesanos y de servicios. La atención médica, la creación de centros hospitalarios y la construcción de sistemas sanitarios supuso el fin de enfermedades endémicas y el aumento de la esperanza de vida. La enseñanza elevó el nivel cultural y profesional de los indígenas. Promovió el concepto de Estado y las instituciones con base en principios democráticos. Desarrolló el comercio, las comunicaciones, la distribución de bienes y el uso de medios de pago. Ferrocarriles, carreteras, puertos, aeropuertos, distribución energética, sistema judicial.
Los chicos del tren: por Jaime Hidalgo
Los chicos del tren:
• La historia de una familia caída en desgracia que se muda a las afueras, a una casa cerca del ferrocarril después de que el padre sea encarcelado, falsamente acusado de vender secretos de Estado a los rusos. Los tres hijos, Roberta, Pedro y Phyllis, encuentran la diversión viendo pasar los trenes de la línea de tren cercana y saludando a los pasajeros. Sus amigos serán Perks, el portero de la estación, el anciano caballero que regularmente coge el tren de las 9:15. El será finalmente capaz de ayudar a probar la inocencia de su padre, reuniendo a la familia en un final feliz.
• Esta sencilla y emotiva historia ha sido adaptada para la pantalla seis veces hasta la fecha, cuatro series de televisión, una película y un telefilm. En 2005 fue presentada la versión musical y en el año 2008 la versión teatral se represento en el Museo del Ferrocarril de York. Un escenario especial utilizo las vías férreas del museo y una de las locomotoras de la exposición fue también una de las protagonistas.
• Aquí os dejo el tráiler de la película
• La historia de una familia caída en desgracia que se muda a las afueras, a una casa cerca del ferrocarril después de que el padre sea encarcelado, falsamente acusado de vender secretos de Estado a los rusos. Los tres hijos, Roberta, Pedro y Phyllis, encuentran la diversión viendo pasar los trenes de la línea de tren cercana y saludando a los pasajeros. Sus amigos serán Perks, el portero de la estación, el anciano caballero que regularmente coge el tren de las 9:15. El será finalmente capaz de ayudar a probar la inocencia de su padre, reuniendo a la familia en un final feliz.
• Esta sencilla y emotiva historia ha sido adaptada para la pantalla seis veces hasta la fecha, cuatro series de televisión, una película y un telefilm. En 2005 fue presentada la versión musical y en el año 2008 la versión teatral se represento en el Museo del Ferrocarril de York. Un escenario especial utilizo las vías férreas del museo y una de las locomotoras de la exposición fue también una de las protagonistas.
• Aquí os dejo el tráiler de la película
El maquinista de la general: por Jaime Hidalgo
El maquinista de La General
• es una de las películas más famosas en la historia del cine mudo. Siguiendo con lo que en él era habitual, buster keaton, realiza un film lleno de humor y situaciones embarazosas, entre cabriolas y equilibrios. Con una buena fotografía y una planificación minuciosa, consigue crear una cinta llena de comicidad, emoción y poesía.
• En cuento a su argumento Johnny Gray (Buster Keaton) es maquinista en un estado del Sur y tiene dos grandes amores: una chica (Anabelle Lee) y una locomotora (La General). En 1861, al estallar la Guerra de Secesión, Johnny intenta alistarse, pero el ejército considera que será más útil trabajando en la retaguardia. Sin embargo, Anabelle cree que es un cobarde y lo rechaza. El maquinista sólo podrá demostrar su auténtico valor cuando un comando nordista infiltrado en las líneas confederadas le robe "La General" y rapte a Anabelle. Johnny no dudará un segundo en subirse a otra locomotora y perseguir a los yanquis para recuperar a sus dos amadas.
• Aquí os dejo el tráiler de la película
• es una de las películas más famosas en la historia del cine mudo. Siguiendo con lo que en él era habitual, buster keaton, realiza un film lleno de humor y situaciones embarazosas, entre cabriolas y equilibrios. Con una buena fotografía y una planificación minuciosa, consigue crear una cinta llena de comicidad, emoción y poesía.
• En cuento a su argumento Johnny Gray (Buster Keaton) es maquinista en un estado del Sur y tiene dos grandes amores: una chica (Anabelle Lee) y una locomotora (La General). En 1861, al estallar la Guerra de Secesión, Johnny intenta alistarse, pero el ejército considera que será más útil trabajando en la retaguardia. Sin embargo, Anabelle cree que es un cobarde y lo rechaza. El maquinista sólo podrá demostrar su auténtico valor cuando un comando nordista infiltrado en las líneas confederadas le robe "La General" y rapte a Anabelle. Johnny no dudará un segundo en subirse a otra locomotora y perseguir a los yanquis para recuperar a sus dos amadas.
• Aquí os dejo el tráiler de la película
El ferrocarril en periódicos por Maribel Zapatero y Susana Blanco
7 de Julio de 1901:
1 de Diciembre de 1900
Imágenes cogidas desde la biblioteca virtual de Andalucía.
El telégrafo por Maribel Zapatero
Aqui teneis un enlace a un video de la UNED sobre el telégrafo:
http://www.youtube.com/watch?v=OQWYvAKgn18
http://www.youtube.com/watch?v=OQWYvAKgn18
LOS MISERABLES ONLINE
En este enlace podréis ver la película Los Miserables online.
http://www.maspeliculas.tk/ 2013/01/les-miserables-los- miserables-2012-vose.html
Por Claudia Gorga
http://www.maspeliculas.tk/
Por Claudia Gorga
El ferrocarril por Lucía González
LINK DOCUMENTAL DEL FERROCARRIL EN LA
EPOCA DE LA REVOLUCION INDUSTRIAL EN ESPAÑA
GERMINAL por Lucia González:
Germinal
es una película francesa del año 1993, dirigida por Claude Berri.
Ambientada
en la época de la Revolución Industrial.
La
novela es una dura y realista historia sobre una huelga de mineros en
el norte de Francia en la década de 1860.
Etienne
Lantier, un joven parado, se establece en Montsou, un pueblo del
Norte de Francia. Allí se hace minero y descubre la miseria, el
alcoholismo, las relaciones sexuales sórdidas, la indecencia de
hombres como Chaval o la generosidad de Toussaint Maheu; en suma, un
mundo de hombres condenados al sufrimiento por el capital. Así es
como se compromete con la lucha socialista. Pero algo brilla en medio
de tanta miseria: el amor entre Etienne y Catherine. De repente, una
bajada de los sueldos provoca una terrible huelga que será duramente
reprimida por el ejército; a pesar de todo, él mantiene la
esperanza de que toda esa sangre no se haya derramado en vano.
(LINK
PELICULA ENTERA EN FRANCÉS)
(LINK
TRAILER EN INGLÉS)
Crítica película Los Miserables:
Se
la puede considerar la obra más conocida del escritor y dramaturgo
Victor Hugo y a su vez es una de las más populares de la literatura
del S.XIX
Los
compositores franceses Alain Boubill y Claude- Michel Shönberg a
finales de la década de los 70 convirtieron la novela en una
adaptación musical que acabaría siendo representado en un teatro
parisino. De ahí, no mucho más tarde se dio a conocer en Londres.
Si han sido los años en los que la obra se ha mantenido en cartel de
forma internacional, convirtiéndose de esta forma en uno de los
musicales más exitosos y longevos de la historia.
Aunque
de la novela del genio creador se han hecho ya varias adaptaciones
cinematográficas, esta es la primera vez en la que la obra llega a
la gran pantalla y lo hace de la mano de Tom Hooper.
La
historia transcurre en la convulsa Francia del siglo XIX. Tras una
larga condena de 19 años por robar pan para alimentar a su sobrina,
Jean Valjean (Hugh
Jackman) es
puesto en libertad condicional por el oficial Javert (Russel
Crowe). Pese
a volver a ser un hombre libre, Valjean no encuentra un lugar en el
que establecerse. Su condición de exconvicto le cierra todas las
puertas a las que llama, siendo rechazado y tratado como un paria.
Hasta
que se topa con el obispo Myriel de Digne, el único que le trata con
amabilidad y le ofrece comida y refugio. Pero Valjean traiciona su
hospitalidad robándole la cubertería de plata, y huye del templo a
escondidas. Cuando la policía lo captura y lo lleva en presencia del
obispo, éste niega su delito concediéndole una segunda oportunidad
para que siga el buen camino y se vuelva un hombre de bien.
Valjean
inicia así una nueva vida bajo otro nombre, convirtiéndose en una
persona respetable y generosa. Desgraciadamente, su pasado no tardará
en volver a atormentarle…
Lo
que tenemos aquí es una historia narrada a base de canciones, por lo
que la película parece un gran número musical en el que los
personajes interpretan prácticamente todos sus diálogos cantando
con excepción de algunos momentos en los que el intercambio de
palabras es bien escaso. Por lo tanto si no disfrutasteis viendo
películas con la misma estructura musical como puede ser: “Sweeney
Todd” no es
recomendable verla. La música es la base en la que se reposan la
trama y los diálogos de los personajes, no solamente cuando
interactúan entre ellos, sino cuando estos expresan a la audiencia
sus sentimientos, pensamientos, emociones… Por último en este
apartado caben destacar la los números de Anne Hathaway, Hugh
Jackman (Valjean)
y Eddie Redmayne (Marius).
No
obstante como todas las obras tiene sus pros y sus contras. Su mayor
problema es a nivel narrativo puesto que los hechos transcurren a
menudo con desmesurada precipitación (al
principio de la historia)
precisamente porque no se deben abusar de diálogos ni hacerlos tan
complicados, lo cual impide profundizar a fondo sobre algunas partes
de la historia o en la acción de los personajes.
Es
de pensar que el guionista debió acudir a la obra original para
rellenar en la obra los huecos de la obra londinense para hacer así
más comprensible la trama. Puesto que en los escenarios la obra se
debe simplificar para adaptarla a la estructura musical, fuera de
ellos esta es necesario enriquecerse a través de varios recursos
haciendo mano también de los visuales los cuales son maravillosos.
Encadenar
una canción tras otra sin apenar dar un respiro al espectador, puede
ser complicado de dirigir, e incluso más si se trata de una historia
de tan trágico calibre.
En
ese sentido, el ritmo se resiente, y si hablamos de una butaca de
cine y no en una de teatro esas dos horas y media se hacen pesadas.
Lo cual afecta a la implicación del espectador, mientras que algunos
pasajes nos alcanzan la fibra sensible como el que interpreta la
exitosa actriz Anne Hatthaway, otras se encuentra como que el camino
que conduce a nuestra empatía y emociones está cerrado con cal y
canto. Ese es el motivo por el cual Hooper combina el drama con
puntuales momentos de humor o con pausas, esto hace que la función
transcurra con más comodidad, de esta forma nos disponemos a
llevarnos más por las melodías.
En
cambio cabe destacar la banda sonora, con temas asombrosamente
pegadizos que nos invitan al canturreo postvisionado, es lo que sin
duda ha convertido este musical en un éxito.
Además,
tenemos un reparto entregado que aparte de hace unas grandes
apariciones en pantalla cumplen a la perfección la faceta de
cantante. Pero podemos nombrar aun así un punto flaco, ese sería
Russell Crowe, porque cante mal, sino por lo forzado que resulta
cuando canta, no como en el caso de sus compañeros que se les nota
cierta naturalidad. Aun así, es un punto flaco muy débil, teniendo
en cuenta que interpretativamente queda perfecto en el papel
establecido.
Por
su parte, Jackman, que también tiene trayectoria en el género al
igual que el hombre nombrado anteriormente (fue vocalista en una
banda de rock) era de esperar de verle en breves en la gran pantalla
participando en un musical.
“Los
Miserables” es una magnífico musical, de excelentes actuaciones y
melodías, aunque me hace pensar que tal vez su verdadero sitio se
encuentre en los escenarios, ya que así los espectadores se pueden
sumir de forma más profunda y amena en lo que la historia respecta.
PD:
aquí dejo el link para que podáis ver el tráiler, he buscado la
película online pero no he tenido mucho éxito encontrándola puesto
que todavía ninguna página con películas online la ha colgado:
http://www.youtube.com/watch?v=EZngbEj3W1Y
POR CLAUDIA GORGA
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